El Grito

No voy a hablar del cuadro de Munch, sino de una experiencia más personal vivida un 24 de Agosto del 2008, a eso de las 10 de la mañana, cuando uno de los jugadores mas grandes de la historia del baloncesto español (Carlos Jiménez) lanzó un triple para... no me acuerdo donde nos dejaba ese triple de Jimenez, supongo que muy cerca; pero de lo que me acuerdo muy vivamente es que cuando se levanto para tirarlo, yo también me levanté y surgió el grito.

METELO!!!! en una especie de rugido que salió de lo mas dentro de mi alma. Carlos Jimenez no metió ese triple y perdimos la final de Pekín, sin que les pitaran pasos, con un arbitraje nefasto, los americanos sintieron el miedo de fracasar, el aliento de la derrota inesperada y por un momento se volvieron humanos y nos miraron a los ojos con respeto y admiración, sabían que sus únicos rivales eramos nosotros y que no erán invencibles.

Cuatro años después, volvemos a juntarnos en el mismo escenario, una final olímpica pero con otras sensaciones. Estados Unidos parece imparable y nuestra selección ofrece más dudas que certezas, más incognitas que respuestas y más fragilidad que dureza. Pero los americanos nos temen, saben que los únicos que hemos estado ahí, que les hemos hecho ver esa densa niebla del perder somos nosotros.

Los datos indican que no ganaremos, las sensaciones también, las estadísticas, el juego de las dos selecciones, todo esta en nuestra contra, pero... ¿No os gustaría gritar el Domingo a eso de las 17:15?

Si hay algo que hemos aprendido de este grupo, es a tener fe en ellos, así que yo no hablaré mucho en las 24 horas que quedan para cuidarme la voz y poder gritar lo más fuerte que pueda, porque si hay alguna esperanza de gritar, la selección Española de baloncesto va a intentar que lo hagamos, todos y cada uno de los españolitos.

METELO!!!!